De financiarse con crowdfunding a ser la firma de calzado oficialmente licenciada de la Copa del América. Tras comprobar por sí mismo el impacto negativo que genera el turismo masivo y la necesidad de viajar ligero, Albert Espinós decidió fundar la marca en 2017. Una zapatilla todoterreno, con la que poder ir de la playa a la ciudad o a la montaña sin necesidad de cambiar de calzado fue su primera idea y su gran éxito. Ahora, Espinós ha ampliado los horizontes de la firma con una gama de productos imprescindibles para viajar -mochilas, ropa técnica y una línea de accesorios- con un alto nivel de performance, calidad y con un impacto medioambiental mínimo.

Lo que se inició en 1918 como un pequeño taller artesanal en Menorca ahora es una de las mayores (y más antiguas) fábricas de calzado de Europa. Y aunque el tamaño de la infraestructura haya cambiado a lo largo de estos cien años, la firma sigue perteneciendo a la familia Mascaró y además, sigue apostando por la artesanía. Cada par de mocasines, botas o sandalias pasan por las manos expertas de más de 60 trabajadores que se encargan de cada detalle de la producción para asegurar que el producto final preserva los estándares de calidad de la compañía.

Comodidad, elegancia, moda y atemporalidad. Estos son los conceptos clave que vienen a la mente al pensar en la marca española, aunque hay uno menos conocido que es igual de importante: herencia. La marca fundada en 2005 por el grupo Mascaró nace de la tradición de la familia con las zapatillas de ballet, y se inspira en la personalidad y el estilo de grandes referentes. Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Faye Dunaway son las referencias tras algunos de sus diseños más icónicos, que han conquistado no solo a insiders y celebrities, sino también a la realeza.

Empezaron en 2018 diseñando la ropa que les gustaba -y que no encontraban en el mercado- y han acabado conquistando el armario de la Gen Z. Jaime Cruz y Javier López, fundadores y directores creativos de la marca, han creado un amplio catálogo de prendas y accesorios con los que visten de la cabeza a los pies no solo a los jóvenes españoles sino de todas partes del mundo. En un momento en el que las sudaderas, los patrones genderless y las camisetas con gráficos son el uniforme de las nuevas generaciones, Scuffers logra destacar poniendo el foco en la calidad de sus prendas.

Tras trabajar en diferentes puestos de grandes casas de moda, en 2004 Tory Burch decidió lanzar su marca homónima. Influenciada por el impecable estilo de sus padres, la firma representa a la perfección el clásico estilo norteamericano, atemporal, versátil y con un toque deportivo. La diseñadora escribe notas de agradecimiento a mano y no se va de sus propias fiestas hasta que no lo hace el último invitado. Esa atención (por el detalle y por las personas) es lo que ha conseguido que, tras 20 años de trayectoria, sus diseños sigan atrayendo a su clientela original y haya conquistado a las nuevas generaciones.