Empordà, un viaje a los orígenes

Decía Josep Pla que, en el Empordà, «lo pintoresco produce una gran fascinación». Si entendemos ‘pintoresco’ como ‘auténtico’, la fascinación aumenta hasta el punto de convertir unas vacaciones en esa zona del noreste de Cataluña en un maravilloso viaje a los orígenes.

Cuando hablamos del Empordà nos referimos a dos comarcas (el Alt y el Baix Empordà), a algo más de una hora en coche del centro de Barcelona, con un paisaje donde un mediterráneo azul y tranquilo de costas rocosas se da la mano con el nacimiento de los Pirineos, y donde los campos de cultivo oscilan en sinuosas colinas salpicadas de pequeños pueblos de piedra de aire medieval. En este escenario perfecto, la autenticidad se pone de relieve en la simplicidad de su arquitectura, la pureza de sus formas y la sencillez de sus costumbres. Y es que el Empordà se convierte así en el mejor lugar para vivir un verano hedonista en el que reconectar con los pequeños placeres de la vida.

Situado en un enclave privilegiado, en S’Agaró, el Hostal de La Gavina fascina por su historia. Abrió sus puertas en los años 30, cuando la Costa Brava no era más que una sucesión de pequeños pueblos de pescadores. Siempre en manos de la misma familia, el hotel fue creciendo hasta convertirse en un referente en los años 50, sirviendo de escenario de películas, como De repente el último verano (Mankiewich, 1959), y alojando a estrellas de Hollywood de todos los tiempos como Ava Gardner, Elizabeth Taylor, Sean Connery, Robert de Niro o Lady Gaga. Actualmente, cuenta con 74 habitaciones, y ha añadido la piscina de agua marina, el spa, restaurantes e instalaciones para reuniones, pero manteniendo su estilo original. Lo antiguo se mezcla con lo nuevo de una manera sutil y atemporal.

Descubrir Cadaqués por primera vez desde el mar es una de experiencia única. Sus casitas blancas de ventanas azules coronadas por la iglesia de Santa María y con las montañas de fondo convierten este antiguo pueblo de pescadores en una de las joyas de la Costa Brava. Pasear sin rumbo por sus callejuelas empinadas es uno de los muchos placeres que esconde esta ciudad, hasta dejarse atrapar por el influjo de todos los pueblos que han morado en esta zona algo recóndita de la costa: de los iberos a los romanos pasando por los etruscos, egipcios y griegos, además de sentir la inspiración que atrajo a artistas y escritores como Picasso, Duchamp, Magritte, Federico García Lorca o Josep Pla, sin olvidar a Dalí, que se estableció muy cerca, en Portlligat.

Portlligat es una de las calas más famosas de Cadaqués, y sigue siendo la base de operaciones de los pocos pescadores que quedan en el pueblo. Dalí se sintió profundamente atraído por lo salvaje del entorno y compró varias casas de pescadores que acabó convirtiendo en su residencia y estudio. Actualmente, es una casa-museo que merece mucho una visita para adentrarse en el universo de este genio del surrealismo tan internacional.

Casavells es un espacio único (y recóndito) en el Empordà, una sinergia harmónica entre arte, artesanía y diseño emplazada en una antigua masía del siglo XVIII.

Creada en 2014 por Luis Sendino y Jacobo Valentí y comprometida con la innovación y la tradición, la galería preserva y promueve el arte y el diseño moderno y contemporáneo, a la vez que explora ideas a través de la cultura popular. Y que le han valido para conseguir reputación en todo el mundo gracias a sus programaciones dinámicas y distintivas y de apoyo a artistas locales e internacionales.

El espacio, en el pueblo del mismo nombre, está concebido para repensar la experiencia de los observadores invitándoles a participar en un diálogo entre diferentes disciplinas y que apuesta por los riesgos artísticos y abraza la diversidad.

Los amantes del golf tienen la excusa perfecta para escaparse unos días muy cerca de la Costa Brava, y disfrutar del mejor resort de golf de España. Un moderno hotel de 5 estrellas, perteneciente a The Leading Hotels of the World, con confortables habitaciones, una zona de wellness, una amplia variedad de actividades para toda la familia, deliciosa gastronomía y exquisito trato donde el bienestar del visitante es la máxima prioridad. A este se suman dos campos de golf: el exigente Stadium Course, clasificado como el n.º 1 de España durante seis años consecutivos, y el Tour Course, perfecto complemento del primero por ser algo más corto y asequible.

Los dos campos de golf, de par 72, fueron diseñados por Neil Coles, estrella de la Ryder Cup, y Ángel Gallardo, ganador del Open de España. Además de haber acogido tres veces el Open de España, el resort es sede habitual de los torneos del European Tour. Sus completas instalaciones de prácticas y el hermoso paisaje garantizan una escapada de golf inolvidable.

La Fortalesa de Sant Julià de Ramis está situada en un enclave privilegiado en la parte más alta de la Muntanya dels Sants Metges de Sant Julià de Ramis, a diez minutos de Girona. Se trata de una antigua construcción militar de finales del siglo XIX catalogada como BCIN (Bien Cultural de Interés Nacional), rehabilitada y convertida en un complejo arquitectónico que acoge: el DOR Museum –el único museo de joyería, gemología y platería del país–, el DOR Restaurant –que complementa la oferta cultural con una propuesta de gastronomía cercana y tradicional–, el Hotel Sants Metges –hotel de 5 estrellas y 15 habitaciones, zona wellness y helipuerto–, y el restaurante gastronómico Atempo, con Jordi Cruz (5 estrellas Michelin) como chef ejecutivo.

El espacio arquitectónico más singular de toda La Fortalesa es La Cúpula, una sala de actos diáfana y ovalada, un espacio de una belleza indiscutible y creatividad arquitectónica extraordinaria, con una cubierta hecha con materiales naturales que se integra perfectamente en el paisaje.

La ilusión, la pasión, la hospitalidad y la atención al detalle hacen de este espacio el lugar ideal para vivir una experiencia única, con una arquitectura, un entorno y una identidad propia excepcionales.

En el Empordà, comer y beber son actividades prioritarias, un enclave perfecto donde degustar productos de proximidad: frutas y verduras del payés del pueblo, ternera ecológica de Girona, gambas de Palamós, huevos de las gallinas de la vecina de la plaza, pan recién hecho como el de antes y buenos vinos de la D.O. Empordà. Hay muchas más, pero destacamos dos propuestas imprescindibles:

Restaurante de Mas de Torrent by Ramón Freixa: Un hotel de lujo situado en una masía catalana del siglo XVIII en el cual se respira felicidad y calma, y en el que destaca su restaurante dirigido por el chef con dos estrellas Michelin Ramón Freixa. El chef biestrellado busca combinar los excelentes productos locales con la tradición de la cocina catalana y la vanguardia de la cocina más imaginativa.

Shiro, de Paco Pérez: A la visión contemporánea de la cocina ampurdanesa de Castell Peralada Restaurant, durante julio y agosto Peralada Resort suma un restaurante efímero que tiene al chef Paco Pérez como artífice. Avalado por cinco estrellas Michelin, el chef refleja en Shiro la esencia del Mediterráneo fusionada con los sabores del continente asiático ofreciendo una experiencia gastronómica única. Una propuesta de platos japoneses, vietnamitas, coreanos o tailandeses fusionados con ingredientes mediterráneos, que se podrán disfrutar en uno de los lugares más emblemáticos de los veranos de la Costa Brava.

En el extremo más oriental de la Península Ibérica, sorprende el Parque Natural del Cap de Creus. Situado en entre la tierra y el mar, es un espacio de gran belleza, dotado de una configuración geológica singular, donde el efecto de la tramontana, el viento característico de la zona, ha creado un paisaje agreste, casi lunar, donde las rocas toman formas caprichosas que lo hacen único.

Esta singularidad de la naturaleza inspiró a Dalí en sus obras de arte. En el Cap de Creu, Dalí y Gala pasaron muchas horas nadando, navegando, asistiendo a eventos y fiestas y creando instalaciones y happenings. De hecho, estas rocas de formas caprichosas, en concreto las del pla de Tudela, pasarían a ser protagonistas de obras como el cuadro El gran masturbador (1929).

«Esta parte comprendida entre el Camello y el Águila que tú conoces y amas tanto como yo mismo, es y debe seguir para siempre siendo geología pura, sin nada que pueda mistificarlo; hago cuestión de principio. Es un paraje mitológico que está hecho para dioses más que para hombres y hace falta que continúe tal como está». Así describía la zona Dalí a un amigo en una carta de 1961.